La Eterna

IRÁN POR IRÁN II

Ojo al piojo, Comandos de la luz: el vergonzoso dictamen del fiscal de la causa AMIA que refrenda una vez la versión acerca del atentado de 1994 dibujada por la CIA y el MOSSAD es nada más y nada menos que un Mc Guffin hitcotchiano de los publicistas del Imperio, similar al de las incubadoras de Kuwait. cuyo propósito es convencer a la opinión pública de una mentira monumental. A saber: el ataque criminal que están a punto de lanzar sobre las tierras de Jerjes y Darío no sería parte de una estrategia largamente planificada para controlar un área clave para la dominación del planeta sino una nueva cruzada de los “demócratas” y su Liga del Bien contra el Gran Monstruo Terrorista.

El Almirante había pronosticado a principio de este año que “irían por Irán”. Algunos ingenuos opinaron que los desastrosos resultados de las invasiones a Irak y Afganistán disuadirían a los halcones judeocristianos completamente deschavetados que deciden la marcha de las cosas, de la conveniencia y oportunidad de tal acción.

Pero hemos visto que no se detuvieron: alentaron, ordenaron y le dieron cobertura internacional a los genocidas que gobiernan el Estado de Israel para que atacaran a mansalva al Líbano. La rendición de Beirut y la derrota de Hezbollah serían apenas el primer paso de la ruta hacia Teherán, con escala en Damasco si fuera necesario.

Pero la heroica resistencia nacional del pueblo libanés conducida por los valientes milicianos de estandarte amarillo los hizo retroceder con el rabo entre las piernas.

“Bueno: ahora sí postergarán sine die” la agenda del ataque contra la antigua Persia –se tranquilizaron nuevamente los ingenuos.

Aducen también que están a punto de resignar su dominio parlamentario en Usamérica en los comicios de mitad de turno, situación que los debilitaría irremediablemente.

Los ingenuos, queridos chichipíos, son tan incorregibles como los peronistas. Hay algo en su espíritu que les impide comprender la lección a pesar de que una y otra vez la cruda realidad pretenda hacerlos recapacitar.

Es precisamente su creciente debilidad relativa lo que hace cada vez más peligrosa a esta banda de dementes que gobierna el Imperio.

Veamos: la derrota del Líbano dejó en bolainas al incompetente de Olmert en Tel Aviv. Las protestas de masas contra su gobierno auguraban una inminente caída. ¿Qué camino eligió para salir del atolladero? Incorporar a su gabinete en una cartera fantasmal pero estratégica al líder del Partido Israel Beitenú, Avigdor Lieberman.

¿Qué es Israel Beitenú? Un partido sionista ultraderechista integrado casi exclusivamente por colonos que inmigraron desde Rusia en 1990, radicados en su mayoría en asentamientos ubicados en territorio nacional de Palestina.

Estos buenos muchachos son los que exclaman eufóricos ¡Da, Lieberman! Cuando su líder propone expulsar de Israel a todos los no judíos o arrojar al Mar Muerto a los miles de presos políticos árabes. ¿No les hace acordar a alguien?

Pero Lieberman es mil veces más peligroso que Adolfito, porque controla el botón que puede decidir el ataque con los más de 200 chupetes de uranio enriquecido que almacena el Estado Sionista. ¡Y los hipócritas del Pentágono pretenden engrupir a la gilada con el cuento del peligro norcoreano!

No es de extrañar, ya que Washington claro, está atrás de todo esto, como de la inverosímil “pista iraní” en el atentado a la AMIA. Tampoco sorprende el cómplice silencio suicida de Europa frente a estos alarmantes indicios de fascistización. Cómo en 1933, cuando no advirtieron que la serpiente rompía el cascarón de su huevo con la designación como Canciller del carnicero de Munich.

Aforturnadamente, la humanidad cuenta ahora con la existencia del glorioso CIRPR, que no se deja engañar por las patrañas de estos miserables y que llevará la bandera de la justicia universal a la victoria.

Desde el Observatorio Espacial Rojo