viernes, diciembre 01, 2006

RUFINO SE REÚNE CON MARCOLA

Ya que mis protegidos del CIRPR no me impidieron meter unas grageas sin ideología, aprovecho esta tarde soleada de São Paulo para ponerlos al tanto de últimos avatares. De paso, es responderle a Yuri, quien sugirió que podría intentar un acercamiento con Marcola. A los bifes:

Luego de cagarme a puteadas con los de la central sindical uruguaya, PIT-CNT, porque los muy soretes apoyan la instalación de la pastera (ese paisito también se llenó de traidores), salí carpiendo para Punta. Los cinco micros color naranja con el cartelito “Escolares” estaban esperándome en fila a la altura de Parada 7. Ciento setenta y cinco putas de la peor ralea bajaron en fila. Sólo les faltó hacerme la venia. Eran unos loros barranqueros espantosos, con polleritas de lycra que dejaban ver las rayas de sus culos desinflados. Las hice formar un círculo y les explique su misión. Muertas de risa, salieron a los piques a rodear el Conrad, la Gorlero, la Barra de Maldonado, la Mansa, la Brava, José Ignacio y la concha de la lora. Ja, Punta del Este convertida en un piringundín de cuarta. Misión cumplida.

Alquilé un BMW color amarillo patito y me dirigí a la frontera con Brasil. Crucé por el Chui regando billetes en las manos sucias de la guardia fronteriza. De ahí a San Pablo derechito. A mitad de camino llamé a Marcolita para avisarle que iba a verlo.

Cuando llegué a la fortaleza carcelaria paulista, un negro disfrazado de negra me abrió la puerta. “Marco te espera, Rufi. El Primer Comando de la Capital, PCC, a tus órdenes.” Cuando llegué a su celda de máxima seguridad, Marcola chasqueó los dedos y siete travas desaparecieron, apagó con el control remoto el plasma de 50 pulgadas, puso en sleep la computadora, apagó el modem, sirvió dos vasos con Jack Daniel’s y me miró fijo, invitándome a sentar frente a él. Me encantó de entrada su camisa de Ferragamo. Sin embargo, no lo vi animado como otras veces. Parecía atravesar un trance místico peligroso. Reproduzco, antes que O Globo, nuestra conversación:

–¿Qué te pasa, Marcolita?

–Rufi –me contestó después de suspirar– yo soy una señal de estos tiempos. Yo era pobre e invisible. Ellos nunca me miraron durante décadas y antiguamente era fácil resolver el problema de la miseria. El diagnóstico era obvio: migración rural, desnivel de renta, pocas villas miseria, discretas periferias; la solución nunca aparecía... ¿Qué hicieron? Nada. ¿El Gobierno Federal alguna vez reservó algún presupuesto para nosotros? Nosotros sólo éramos noticia en los derrumbes de las villas en las montañas o en la música romántica sobre “la belleza de esas montañas al amanecer”, esas cosas... Ahora estamos ricos con la multinacional de la droga. Y ellos se están muriendo de miedo. Nosotros somos el inicio tardío de su conciencia social ¿Viste? Yo soy culto. Leo al Dante en la prisión.

–¿Te puedo ayudar en algo? Podríamos buscar una solución…

¿Solución? No hay solución, hermano. La propia idea de “solución” ya es un error. ¿Ya viste el tamaño de las 560 villas miseria de Río? ¿Ya anduviste en helicóptero por sobre la periferia de San Pablo? ¿Solución, cómo? Sólo la habría con muchos millones de dólares gastados organizadamente, con un gobernante de alto nivel, una inmensa voluntad política, crecimiento económico, revolución en la educación, urbanización general y todo tendría que ser bajo la batuta casi de una “tiranía esclarecida” que saltase por sobre la parálisis burocrática secular, que pasase por encima del Legislativo cómplice. ¿O vos creés que los chupasangres (sanguessugas, me dijo, qué linda palabra) no van a actuar? Si nos descuidamos van a robar hasta al PCC. Y del Judicial que impide puniciones. Tendría que haber una reforma radical del proceso penal del país, tendría que haber comunicaciones e inteligencia entre policías municipales, provinciales y federales (nosotros hacemos hasta conference calls entre presidiarios...) Y todo eso costaría billones de dólares e implicaría una mudanza psicosocial profunda en la estructura política del país. O sea: es imposible. No hay solución.

–Marco, cuidate, podría darte un infarto con tantos pensamientos.

–Ellos son los que tienen miedo de morir, yo no. Mejor dicho, aquí en la cárcel ellos no pueden entrar y matarme, pero yo puedo mandar a matarlos a ellos allí afuera. Nosotros somos hombres-bombas. En las villas miseria hay cien mil hombres-bombas. Estamos en el centro de lo insoluble mismo. Ustedes en el bien y el mal y, en medio, la frontera de la muerte, la única frontera. Ya somos una nueva “especie”, ya somos otros bichos, diferentes a ellos. La muerte para ellos es un drama cristiano en una cama, por un ataque al corazón. La muerte para nosotros es la comida diaria, tirados en una fosa común ¿Ustedes intelectuales no hablan de lucha de clases, de ser marginal, ser héroe? Entonces ¡llegamos nosotros! ¡Ja, ja, ja...! Yo leo mucho; leí 3.000 libros y leo al Dante, pero mis soldados son extrañas anomalías del desarrollo torcido de este país. No hay más proletarios, o infelices, o explotados. Hay una tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el más absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alien escondido en los rincones de la ciudad. Ya surgió un nuevo lenguaje. ¿Ustedes no escuchan las grabaciones hechas “con autorización” de la justicia? Es eso. Es otra lengua. Está delante de una especie de post miseria. Eso. La post miseria genera una nueva cultura asesina, ayudada por la tecnología, satélites, celulares, Internet, armas modernas. Es la mierda con chips, con megabytes. Mis comandados son una mutación de la especie social. Son hongos de un gran error sucio.

La mierda. Tenía razón Bakunin (¿o fue Kropotkin?) cuando decía que la cárcel es el único lugar donde un proletario puede estudiar. Marcolita estaba hecho una fiera. Una mezcla de Marx, Bourdieu, Foucault, Lenin, Castoriadis…

–Marcolita, ¿qué fue de ese botija que abría puertas de coches frente al Sheraton? ¿Qué cambió en estos años?

-Mangos. Nosotros ahora tenemos. ¿Creés que quien tiene 40 millones de dólares como Beira Mar no manda? Con 40 millones de dólares la prisión es un hotel, un escritorio... ¿Cuál es la policía que va a quemar esa mina de oro, entendés? Nosotros somos una empresa moderna, rica. Si el funcionario vacila, es despedido y “colocado en el microondas”. Ellos son el estado quebrado, dominado por incompetentes. Nosotros tenemos métodos ágiles de gestión. Ellos son lentos, burocráticos. Nosotros luchamos en terreno propio. Ellos, en tierra extraña. Nosotros no tememos a la muerte. Ellos mueren de miedo. Nosotros estamos bien armados Ellos tienen calibre 38. Nosotros estamos en el ataque. Ellos en la defensa.

Ellos tienen la manía del humanismo. Nosotros somos crueles, sin piedad. Ellos nos transformaron en super stars del crimen. Nosotros los tenemos de payasos. Nosotros somos ayudados por la población de las villas miseria, por miedo o por amor. Ellos son odiados Ellos son regionales, provincianos. Nuestras armas y productos vienen de afuera, somos “globales”. Nosotros no nos olvidamos de ellos, son nuestros “clientes”. Ellos nos olvidan cuando pasa el susto de la violencia que provocamos.

–Y si vos estuvieras en lugar de ellos, ¿qué harías? (cuando le pregunté esto pensé: Marcola Presidente, pero no se lo dije).

–Te voy a dar una idea, aunque sea en contra de mí. ¡Agarren a “los barones del polvo” (cocaína)! Hay diputados, senadores, hay generales, hay hasta ex presidentes del Paraguay en el medio de la cocaína y de las armas. ¿Pero, quién va a hacer eso? ¿El ejército? ¿Con qué plata? No tienen dinero ni para comida de los reclutas. El país está quebrado, sustentando un estado muerto con intereses del 20% al año, y Lula todavía aumenta los gastos públicos, empleando 40 mil sinvergüenzas. ¿El ejército irá a luchar contra el PCC? Estoy leyendo Klausewitz, Sobre la Guerra. No hay perspectiva de éxito. Nosotros somos hormigas devoradoras, escondidas en los rincones. Tenemos hasta misiles anti-tanque. Si embroman, van a salir unos Stinger. Para acabar con nosotros... solamente con una bomba atómica en las villas miseria. ¿Ya pensaste? ¿Ipanema radioactiva?

–¿Y entonces? ¿Cosa facciamo?

Sólo pueden llegar a tener algún éxito si desisten de defender la “normalidad”. No hay más normalidad alguna. Ellos precisan hacer una autocrítica de su propia incompetencia. Pero a ser franco, en serio, en la moral. Estamos todos en el centro de lo insoluble. Sólo que nosotros vivimos de él y ustedes no tienen salida. Sólo la mierda. Y nosotros ya trabajamos dentro de ella. Entiéndame, hermano, no hay solución. ¿Sabés por qué? Porque ellos no entienden ni la extensión del problema. Como escribió el divino Dante: “Pierdan todas las esperanzas. Estamos todos en el infierno”.

A esta altura ya se me retorcían las tripas. No era sólo hambre, era reconocer que Marcola tenía razón. Me puse de pie y le pedí permiso para irme.

–Rufino, mi cárcel es tu cárcel. Podés ir o venir cuando quieras –me dijo abrazándome. Me pareció que lloraba. Salí de la celda y me despedí de los siete travestis, quienes acomodándose las Kalashnikovs en el hombro me hicieron, esta vez sí, la venia militar. La misma negra-negro me abrió la puerta de salida.

–Rufi –me susurró mientras cerraba el portalón de hierro–, cuando vuelvas me hacés el orto y yo te lo hago a vos.

Salí cagando aceite. En la esquina me encontré con el gerente de O Globo y le entregué la cinta en la que había grabado las visiones de Marcola, por la que previamente me había entregado medio millón de reales. Marcola supo todo el tiempo que hablándome a mí le estaba hablando a los lectores de O Globo, a todos los brasileiros, a Latinoamérica, al mundo entero. Lo que no sabía es que también estaba colaborando con las finanzas del inquebrantable CIRPR.

Rufino Lafinur, rufián


ALERTA NARANJA

Atención Comandos: estamos entrando en zona de alerta naranja. Es urgente activar mecanismos de respuesta extraordinaria. La Comandancia Central debiera ordenar ipso facto la inmediata reactivación de todas las células dormidas. El faraónico andamiaje del enemigo se está desmoronando aceleradamente ante nuestros ojos. Hay que pasar a la ofensiva y sitiar Babilonia hasta su rendición incondicional.

Me he trasladado con el observatorio galáctico cirpreano desde el delta del Río de las Perlas hacia la zona del Golfo de México. Como les anticipé, hoy tengo cita con el Capitán Ben en el D.F. Veremos cómo hacemos para encontrarnos mientras hierve la capital azteca en la jornada en la que asumió entre bambalinas, como un salteador nocturno, el fraudulento Calderón, mientras los esbirros armados persiguen a los compañeros de la APPO en Oaxaca.

Solamente la magnitud del encuentro con el oficial annunaki me convenció de la necesidad de dirigir hacía aquí mi teletrasportador cuántico. Confieso que se me presentaron varias alternativas interesantísimas, pero solamente el Gran Jefe puede estar en distintos lugares al mismo tiempo.

Pensé en viajar hacia Annan, donde el patético Arbustito hacía un papelón junto al títere de Maliki. “No nos iremos de Irak hasta que la misión esté cumplida”, chilla el cowboy texano que se ha quedado en pelotas, mientras Colin Powell y el poder real le exigen que vuelva a casa y las gemelas fiesteras imitan a su padre diciendo “no nos iremos de Buenos Aires hasta que a Rufino se le acabe el cargamento”.

Pero tiene razón el Almirante: sería gastar pólvora en chimangos. Arbustito es un cadáver político que recorre el mundo como un fantasma borracho y sus horas están contadas, como advierte desde su lecho de enfermo el Caballo caribeño.

Otra posibilidad era apuntar hacia Beirut. Nasrallah ha convocado para esta tarde una movilización de masas contra el gobierno proyanqui que bien puede culminar con la toma del poder y no con la guerra civil, como amenazan persistentemente los medios del establishment. La resistencia libanesa, que expulsó heroicamente al invasor sionista, reclama el lugar que le corresponde en la conducción política del país.

En realidad, podría mencionar media docena de destinos atractivos que se me presentaron –me hubiera gustado, por ejemplo, ir a cebarle unos mates a la abuela-bomba de Gualeguaychú que ha ganado las primeras planas de los diarios del mundo– porque, como suele ocurrir, las grietas en el edificio del Imperio aparecen simultáneamente en cada rincón del planeta.

El gigante ha dejado a la luz sus pies de barro y los pueblos lo han advertido a la perfección. El mito de su invencibilidad se derrite más a prisa que el casquete ártico.

Durante las horas de vigilia me he entretenido en la lectura de este meduloso artículo sobre las perspectivas de la revolución mundial que escribió el prestigioso catedrático Jorge Beinstein. Se los recomiendo.

A sus puestos de combate camaradas. Como decía Mao, el Imperialismo es un tigre de papel y el dragón del pueblo revolucionario lo consumirá con su aliento.

Yuri


ABUELAS NECESITA EL MUNDO

Bienvenida, Críspula. Me habían hablado de una abuela bomba, pero veo que la situación es muy diferente. Acá estamos frente a una bomba que oculta en su interior una abuela.

¿Quién le dijo, abuelita, que en Concordia no hay Zoo? ¿En dónde piensa que reclutamos al Lupus Fluminis?

Lo que pasa es que el de Concordia es un zoo de puertas abiertas. Una comunidad terapéutica. Un “Open Door”, como ése de Luján en el que se nos perdió la doctora Giubileo.

Parece que Tabaruti se tomó en serio eso del Paisito. En realidad, le está haciendo justicia a aquella injusta calificación de “república bananera”. Y el Pingüino, otro tanto.

La aparición de un pingüino bananero en el Subtrópico, la verdad, amerita una investigación de National Geographic.

Coincido con el camarada Yuri, con el Almirante y con el Subc. en que las batallas importantes se están librando en otro lado. Todo lo demás es fulbito, fulbito para sudacas.

No importa si no entiende lo que le digo, abuela. A veces ni yo mismo me entiendo.

¿Le dije que cuando nada parece un surubí? Si no se lo dije, se lo digo ahora.

Pero no podemos aceptar su inmolación, abuelita. Un solo minuto de su vida vale más que los miles de horas que gastaremos en esta estúpida guerra bananera.

Ahora que la bomba nos ha demostrado que en su interior tenía una abuela, no podemos permitir una vuelta atrás.

Abuelas necesita el mundo. Abuelas para cuidar y amar. Y sáquese esas ideas tontas de la cabeza.

Además, el CIRPR tiene plan A, plan B y plan C para acabar con las distintas plantas de Botnia, en todo el mundo. No necesita sacrificar a sus abuelas.

Déjeme que le sirva una copita de licor. Hablemos de cosas importantes.

El Vigía de Pobladora


DOÑA CRÍSPULA

Amigos del CIRPR, solicito mi ingreso al mismo, ¿cómo se llamaba?, el CIRPR, a eso sí, a eso. Soy una abuela gualeguaychense dispuesta a todo.

Tengo 88 añitos y nado como un surubí. Practico la plancha desde hace muchos años y llevo con cierto garbo los cinturones.

El taco alto me embroma un poco pero puedo hacer la prueba si es necesario.

Soy rubia aunque ya no me acuerdo y sé nadar como un surubí.

¿Les dije que sé nadar como un surubí?

La cosa es ésta: como me queda poco quiero dar la vida a alguna causa. Ayer, sin ir más lejos, en realidad no me dejan ir lejos porque hace una semana me perdí y terminé en una jaula en el zoológico de Concordia. Lo increíble es que Concordia no tiene zoológico.

Bueno, desde joven practiqué deportes. Nado muy bien, ¿les dije que nado como un surubí? Entonces, a ver,dónde andábamos, ah sí, como sé nadar, como un surubí dicen, me ofrezco para llevar lo que haya que llevar a la costa fraybentina.

Sé que allí hay un noble guerrillero en una tanqueta un tanto empantanada, con una morocha de ojos verdes, ojos verdes que vi/ bajo un sol matinal/ y en su abrazo sentí/ una flor virginal, lindo tango.

En qué estábamos, ah sí, puedo ponerme un cinturón atado a la cintura, bueno, un cinturón se lleva generalmente en la cintura, y tirarme al río. Nadar cual nueva Maureen O’Sullivan rediviva, y llevar a la otra orilla algo. Cualquier cosa.

Por ejemplo una bomba. Y así como quien no quiere la cosa, mientras me sacudo el agua llegarme hasta la orilla opuesta y hacerme volar con la misma. La planta, la misma es la planta. Una cretona por ejemplo. (Esto es cifrado, ¿me siguen?) Sería mi contribución a la causa contra la Armada que España está mandando para el Río de la Plata. Este Fernando VII resultó ser un hijo de puta.

No me parece que ahora que ganamos en Chacabuco nos vengan a embromar. Muchahos y muchachas, ustedes que están informados, ¿cómo anda San Martín, y O’Higgins, se curó del balazo?

Hay que joder a estos españoles, yo, que nado como un surubí, me ofrezco.

Como tengo que ser discreta les dejo mi nombre clave: Romántica de la Comparsa Papelito.

Suya, Críspula Adomaitis,

La surubí del Uruguay


miércoles, noviembre 29, 2006

LAS VOLTERETAS DE LUCIFER

Joseph Mefisto sigue dando graciosas volteretas en el aire, tratando de despegarse de su tácita alianza con los cruzados de Arbustito en vistas del ostensible retroceso del Imperio y la creciente autoconfianza de los pueblos en su propio e inmenso poder.

La humillante derrota del Ejército sionista en el Líbano, el auge de la resistencia nacional en Irak, el fortalecimiento de Irán a raíz de sus alianzas con Pekín y Moscú, el papelón de la bravuconada contra los norcoreanos, la comuna de Oaxaca, la revolución agraria que se viene en Bolivia, el inminente tricampeonato de los amigos bosteros, le han indicado a los más empinados de la burguesía mundial la necesidad de ajustar el rumbo de la nave para tratar de evitar su zozobra.

El hasta ayer nomás belicoso Ratzinger se dedica ahora a enviar palomillas de la paz hacia Oriente. Un hipócrita de siete suelas, por supuesto, pero conviene tomar nota de sus movimientos porque es el jefe del partido político más antiguo de la historia cuyo programa no ha dejado de ser la sumisión del ser humano a una jerarquía terrenal, o sea la idolatría, raíz de las raíces del pecado original.

El alemán ha elegido palabras del profeta Isaías para referirse a la actual situación del mundo. Buscando alguna pista del mensaje subliminal que el protector de pederastas ha tratado de enviar, hurgueteé en mi edición del Antiguo Testamento.

21 ¡Cómo se ha convertido en prostituta la ciudad fiel! Llena estaba de derecho, y en ella habitaba la justicia; pero ahora la habitan homicidas. 22 Tu plata se ha convertido en escoria; tu vino está adulterado con agua. 23 Tus magistrados son rebeldes y compañeros de ladrones; cada uno ama el soborno y va tras las recompensas. No defienden al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda. 24 Por tanto, dice el Señor Jehovah de los Ejércitos, el Fuerte de Israel: "¡Ah! Tomaré satisfacción de mis adversarios y me vengaré de mis enemigos. 25 Volveré mi mano contra ti; te limpiaré de tus escorias como con lejía y quitaré toda tu impureza. 26 Luego restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como al comienzo. Y después serás llamada Ciudad de Justicia, Urbe Fiel."

¡A la mierda! Isaías parecía estar prefigurando el programa del CIRPR contra la corrompida civilización capitalista.

Y luego viene un párrafo que bien podría haber sido escrito por la pluma flamígera de nuestro adorado Subc. V:

Métete en la roca; escóndete en el polvo ante la temible presencia de Jehovah y ante el esplendor de su majestad. 11 Los ojos altivos del hombre serán humillados, y la soberbia del ser humano será postrada. Sólo Jehovah será enaltecido en aquel día. 12 Porque el día de Jehovah de los Ejércitos vendrá contra todo arrogante y altivo, y contra todo el que se ha enaltecido, el cual será humillado. 13 Vendrá contra todos los cedros del Líbano, altos y erguidos, y contra todas las encinas de Basán. 14 Vendrá contra todas las altas montañas y contra todas las colinas elevadas. 15 Vendrá contra toda torre alta y contra todo muro fortificado, 16 contra todas las naves de Tarsis y contra todos los barcos lujosos. 17 La altivez del hombre será postrada; la soberbia del ser humano será humillada. Sólo Jehovah será enaltecido en aquel día, 18 y los ídolos desaparecerán por completo.

Bueno, no creo que Ratzinger haya querido decir todo eso, pero suena lindo, ¿no? En cuanto al teutón farsante, bien podría demostrar su devoción por la paz pidiéndole a las muy católicas democracias de la OTAN que saquen de Afganistán sus manos manchadas de sangre.

Lo que importa, queridos hermanos, es que la nave va. Los pueblos del mundo ya saben quiénes son unos y quiénes son los otros. Si se trata de lo que dicen los líderes espirituales, en Estambul, como en la mayor parte del mundo, es más interesante escuchar al amigo Hassan Nasrallah.

Parece que se nos muere el Caballo. Tiene razón el Iluminado: para que nazca la nueva vida tiene que acabar de despedirse lo moribundo. Pero permítasenos rendirle el honor que le corresponde al viejo jesuita que no permitió que el Tiburón se comiera al Caimán.

O Almirante


CUBA NECESITA OTRA REVOLUCIÓN


Aquí estoy con el Dancer, recorriendo las suaves curvas del Malecón, desde 3a. y G (alguna vez llamada “de los Presidentes”) hasta San Salvador de la Punta, casi a la entrada del túnel submarino que lleva hacia la Fortaleza.


Me gusta el Malecón porque es una línea de frontera. Vemos La Habana Vieja sin estar en La Habana Vieja. Vemos el mar sin estar en el mar. Y el cielo, por supuesto, cortado apenas por los prismas racionalistas de algún gran hotel de los sixties o algún gran hospital de los seventies.


De los balcones cuelgan trapos azules escritos con grandes letras blancas: “80 y más”, dicen. Todos iguales, todos con los mismos colores, las mismas letras, la misma leyenda. Son los 80 de “Él”. Así lo llaman cotidianamente, como los hebreos se referían a Dios, sin nombrarlo. “Él no lo va a permitir”, “Él está contento”, “Él se está muriendo”. Devoción, reverencia, temor, todo junto en una forma de nombrar.


El sábado será la parada, la gran parada militar: blindados, lanzamisiles, cazabombarderos, todos rugiendo y surcando la tierra y el cielo, alimentados con la gasolina barata que manda el amigo Chávez. Llegarán a La Habana delegaciones de todo el país: pioneros y pioneritos, zapadores, exploradores, los voluntarios del Cambio Climático, los del Dengue, los de la Alfabetización Digital.


Estará Elián, el niño rescatado de las garras del Imperio (y reeducado y reprogramado). Estarán las esposas de los héroes prisioneros del Imperio. Y las viudas de los héroes asesinados por el Imperio. Y los sobrevivientes del Moncada, con muletas. Y los de Playa Girón, llenos de medallas. Y los de Ogaden. Y los de Angola. Y uno que acompañó al Che en el Congo. Y el que perdió su sombra en un incendio (perdón, se infiltró Vallejo).


Aquí estoy con el Dancer, viejo amigo. Nos vamos a encontrar con el Ambia en el paseo José Martí, de tardecita. Parece que el sobreviviente de la Alfabetización consiguió afanarse una botellita de ron Matusalén del hotel donde trabaja. Le haremos honor.


F. está triste y a la vez esperanzado, por lo que vaya a ocurrir en su isla cuando lo muerto y lo moribundo terminen de morirse, de una buena vez.


Para sacarlo de sus cavilaciones, le cuento que la geronta Alicia Alonso está de visita en Buenos Aires, y que el vicepresidente de la nación argentina, con su única mano buena, le impondrá una condecoración. Acoto que la vieja está de visita con su marido, don Pedro Simón.


F. suelta una carcajada. “Simón no es su marido, chico. Es su marida... ¿entiendes?”


“A esa mujer le gustaban las mujeres. Ella tomaba niñitas para enseñarles a bailar y las acariciaba y las besaba, y también les enseñaba a bailar. Un día, eso llegó a oídos del Comandante, que la mandó a llamar. «–Alicita ¿es cierto lo que dicen por ahí, que a ti te gustan las muchachas? Pues mira, yo no tengo nada contra eso, pero lo pueden usar en nuestra contra, lo pueden usar contra la Revolución. Así que te me buscas pronto un novio, que sea varón, y te me casas como Dios manda. Después, haces lo que quieres...»


“De ese modo, Pedro Simón –terminó el Dancer su relato–, un sujeto al que le gustan los hombres, terminó casándose con doña Alicia Alonso, una señora a la que le gustan las mujeres. Por eso a Pedro le dicen «la marida»”, deslizó burlón.


En la era victoriana –medito– la verdad de las relaciones estaba siempre oculta, y lo que se mostraba era una ficción.


Aquella fue una era llena de esposas y esposos infieles, de homosexualidad encubierta, de criminales sin descubrir (a Jack el Destripador todavía lo busca Scotland Yard, al mejor estilo de la Policía Bonaerense).


Si alguien transgredía o pasaba la frontera –como el gran Oscar Wilde– lo condenaban a la cárcel, a la horca, al ostracismo.


La era fideliana de Cuba se parece a la era victoriana inglesa. “¡Oh, estos oficiales comercian con la droga!”, dice un juez. Acto seguido, ordena fusilarlos.


“Alicia Alonso y su marido están de gira”, dice la recepcionista de la Casa de las Américas, y cuando el turista se da vuelta le guiña un ojo a su compañera y le susurra “Se fue con la marida...”


¿Qué pasará cuando se termine la era fideliana?, pienso.


No sé qué pasará. Cuba necesita otra revolución.


El Iluminado

La Habana, 29 de noviembre de 2006.



ALMORZANDO CON CHOU

Hong Kong es la New York del siglo XXI. El impúdico reino de la mercancía dinero que se deglute como un fauno las milenarias tradiciones de la humanidad ha levantado en esta pequeña isla cantonesa del sudeste chino, en el delta del Río de las Perlas, su nueva capital.

Del mismo modo que para los yankees New York no es América sino su inmenso free-shop, Hong Kong no es China sino su gran escaparate, desde el punto de vista de la mentalidad oriental mayoritaria.

Chou –que ha resultado ser un cordial y magnífico anfitrión– me lo explica a cada paso mientras me guía por los alucinantes mil y un submundos de esta nueva Manhattan.

Como el tema del Simposio me tiene sin cuidado, aprovecho para hacerme unas muy entretenidas visitas a los variadísimos centros de placer que ofrece esta ciudad. He tomado en cuenta la sugerencia del Almirante y me he dejado cuidar amorosamente por media docena de criaturas que merecerían un master en cultura sexual.

Cuando no hay deliberaciones, Chou me pasa a buscar por el hotel y me propone algún nuevo e interesante recorrido.

Hoy nos tocó la isla de Lantau, un escenario casi mediterráneo con pequeños poblados de casas bajas entre montañas, con un ritmo de vida radicalmente distinto al del frenesí de la zona Central, corazón del imperio financiero asiático.

Al final de la carretera llegamos al monasterio Po Lin, donde puede verse el Buda de bronce más grande de Asia oriental. En el templo hay un restaurante que tiene fama de ofrecer lo mejor de lo mejor de la gastronomía cantonesa. Decidimos con Chou almorzar allí.

El menú ofrece platos con serpientes y hasta pequeños roedores, pero mi snobismo no da para tanto y opto por una variedad de mariscos frescos acompañado por tal cantidad y variedad de complementos, salsas y especies que uno se queda pasmado.

Mi amigo parece haber resuelto que es hora de dejar de lado su estilo de diálogo elíptico habitual y va al grano en cada uno de los temas que conversamos.

Me dice que, a su entender, la estructura del CIRPR ha quedado relativamente debilitada luego de que fuera obligado poner en hibernación a los comandos carioca y Vento Sul. Sin la columna brasilera el ejército ad astra no podrá ganar la Gran Batalla, opina.

Cree que, dadas las circunstancias, deberíamos explorar la posibilidad de un acuerdo con las fuerzas del PCC, que comanda Marcos Herba Camacho, más conocido como Marcola, verdadera conducción política de los más desheredados entre los desheredados de São Paulo.

Tal vez el Iluminado encuentre una vía para entrar en contacto. O acaso fuera más indicado darle esa misión a Lafinur, que por su metier debería tener acceso más directo a tales círculos. Ustedes dirán si es pertinente.

Sin embargo, la frutilla vino con el postre, como corresponde. Casi al finalizar nuestra tenida gastronómica, Chou me dio la gran noticia: el Capitán Ben ha decidido recibirme. El lugar de la cita, debo confesarlo, me sorprendió: México D.F.

Sea como sea, el viernes debo estar por allí. El embajador annunaki me estará aguardando en un punto que prefiero guardar en reserva para no avivar a los giles, como dicen ustedes.

Se acerca el gran momento. Estén alertas. Los mantendré informados.

Yuri

P.D.: Acerca de cierta protopolémica que se ha desatado respecto de la historia de mi querida Rusia, sólo les recomiendo evitar las lecturas tipo revista Billiken y estudiar los textos del gran Vladimir Vernadsky.


martes, noviembre 28, 2006

SATANÁS

Conmilites, me mojan la oreja, me mojan la oreja y yo, respondo. No hay posibilidad alguna de que desde el poder espiritual, tan luego, se haga algo diferente de lo que intenta Benito, porque eso de ponerle una “c” para darle más garbo, más linaje al nombre que es Benito, indica mucha cosa.

benito, paso a escribirlo con minúscula porque merece el desprecio de la letra menuda, es un tipo que hace su tarea, la iglesia nos viene diciendo desde tiempo inmemorial lo que se debe hacer y lo que no, nos habla del sexo y su práctica, por ejemplo, que es más o menos como si yo, Caronte casi ciego, fungiera de Rodrigo de Triana. Vamos.

Bueno, en rigor, de pederastía sabe bastante, también sabe del lugar que debe asignarse a la mujer para replicar la explotación en cada casa, en cada esquina de la cocina o del dormitorio. Y así volcada a la sociedad la cosa se expande ad infinitum, por decir un latinajo.

No veo hermanas y hermanos de la milicia ad astra, disculpen el nuevo latinajo, la sorpresa sobre la moral que nos vende benito.

Hubo en la historia de la iglesia otros Benitos, porque la buena fe de cierta gente elude los dictados de la santa madre, etc., etc.; hubo un Benito de Nursia, pobre y rígido que creyó que Dios le pedía ascetismo e incorruptibilidad y desde allí le hablaba. Pero se lo nombra como Benito, no como benedicto, ese nombre queda reservado al papado.

Benito de Nursia podría, si la iglesia quisiera, que no quiere con este papa benetton que anda con zapatillas (nosotros en esta Banda le decimos championes) nike y jetea como un adolescente, y además, le queda feo, la iglesia podría, digo, enfrentar tanta idiotez y tanta vulgaridad, volver a ese Benito, monje viejo y solo, que llenó de pena el rostro de un Dios que le recompensó con llagas y muerte. Si el tal Dios existe.

Pero el fin de esta gentuza monasteril es claro, no se amolda a las zapatillas nike.

Por eso hubo Benitos y hay benedictos.

Ojalá los hermanos cirpreanos turcos, sepan lo que hay que hacer. Y si no, cirprina. Cirprina para benito.

Álvaro de Burgos



TABARUTI, VERGÜENZA DE LA MASONERÍA


Emocionante su petite histoire con Shostakovich durante el sitio de Leningrado, camarada Lupus. Si las cosas no fueron así, por lo bellamente contadas, merecerían serlo.


A mí me dolió mucho que el ex Capitán de Ventosul, en tren de eliminar cualquier atisbo de épica en su vida, se tomara a la chacota mis reverencias a algunos héroes del Socialismo y de la Gran Guerra Patria, y pusiera en la misma bolsa al obrero Stajanov, al soldado Kalachnikov y a Stalin. Allí me di cuenta que la maconha hace estragos hasta en las mentes más lúcidas. Por suerte, no fue insensible ante el relato de ese concierto en nuestra Leningrado sitiada por el bárbaro teutón.


La escena de la gente en la iglesia que usted cuenta, mientras por el techo ausente cae la nieve, la vi en la película Andrei Rubliov, rodada por el gran Tarkovski en 1966, cuando aún no lo habían expulsado de su tierra. Tal vez fue una evocación de los días heroicos del sitio de Leningrado, metida en el corazón de una historia del siglo XIII.


Es que la Barbarie, lo mismo que la Fe y que la Belleza, no tienen fecha de origen, ni vencimiento. Son clásicos.


Le ruego que no se detenga, Lupus. Cuéntenos las otras dos historias de aquella gesta de Leningrado. De allí tomaremos modelos de conducta, ejemplos para seguir en la brega –así dice el Caronte– contra los botnios de adentro y de afuera.


Por suerte, nuestros encubiertos en la Asamblea de Gualeguaychú consiguieron frenar la “Operación Jericó”, días pasados.


Algún service de esos que no faltan, en este preciso momento, se pondrá a leer como un otario el Antiguo Testamento, intentando descular la modalidad del atentado. Creerá que vamos a dar la vuelta a la planta de Botnia tocando las trompetas, o algo así, y que las tolvas y chimeneas caerán como abatidas por un rayo...


Ay, muchacho, irredento service del Imperio. Deberías haber aprendido algo en tantos años de fisgonear blogs y páginas web. Jericó era un nombre falso. El verdadero nombre de la operación era… (por las dudas, no lo digo). (Practico el Sambelli, pero no masco vidrio.)


Lo importante, retomo el sentido de este despacho, es que pudimos hacer abortar la operación, protegiendo a nuestros agentes y evitando lo que habría sido un revés para la lucha del pueblo de Gualeguaychú, que es nuestra lucha.


En la vigilia del domingo al lunes, participé de una tenida masónica en el templo más antiguo de Villa Pobladora, con hermanos del Supremo Consejo Grado XXXIII de la Gran Logia del Plata (Rito Escocés Antiguo y Aceptado).


Estaban presentes, sólo para informar, dos hermanitos de la “Logia José Artigas”, a la que pertenece el infame traidor Tabaré Vázquez Rosas, actual presidente del mal llamado Paisito, que para nosotros será siempre nuestra querida Banda Oriental.


Es sabido que el traidor fue admitido en la Logia en 1988, y que poco después “entró en sueños”, para poder ejercer como intendente de Montevideo, representando a la coalición conservadora denominada “Frente Amplio” (con perdón del General y del Rufo, que la crearon con otros fines).


Volvió a la vigilia y a la Logia por un breve lapso, para levantar las banderas artiguistas y predicar la buena nueva del medio ambiente y de los recursos naturales. Pero luego, pagando el precio de poder ser candidato y el precio de conseguir votos en el ballottage, aceptó ser castrado.


Lo consultó con Mary (María Auxiliadora Delgado, su mujer) y ella estuvo de acuerdo. Quien quiere el gobierno, aún en un pequeño país del patio trasero del Imperio, debe aceptar sacrificios.


La ablación se llevó a cabo en la antigua clínica Barcia (hoy Centro de Oncología y Radioterapia), con la colaboración de los cirujanos Álvaro Luongo y Miguel Torres.


Los testículos de Tabaré fueron puestos primero en un frasco con formol y luego enviados a una bóveda secreta del Banco Mundial, en Washington.


Allí se conservan –no sabemos con qué fines– los huevos de varios presidentes sudamericanos.


Cuando pasaron los efectos de la anestesia y el castrado abrió los ojos, vio a la Mary preocupada, junto a la cama. Entonces, sacando la lengua y haciendo un gesto pícaro, le dijo: “No te preocupes, Mary, acá hay macho pa’rato”.


No fue tan así. A los pocos meses, la voz de Tabaré comenzó a cambiar, a salir de su registro barítono habitual y aproximarse al de un tenor en camino al contratenor. En una palabra: se aflautó.


Además del registro, Mary vio que fueron cambiando las inflexiones, los modos y el estilo verbal de su marido. Por momentos, parecía una mujer, una viejita democrática de aquellas que escuchaban Radio Carve durante el sitio del Caribe, en los sixties.


Su pecho perdió pilosidad. Aquel vello cano, enrubiecido por el sol del Este, se volvió pálido y lampiño, exhibiendo la sinuosidad de una tetas adolescentes.


Mary le contó muy reservadamente a una amiga (es decir: le dio difusión masiva) al relato de una tarde en que entró al dormitorio y lo vio a su marido con una peluca plateada, probándose un corsé negro y una medias de seda. No dijo nada ni comentó el incidente. Más tarde, se enteró de que aquella noche había sido la reunión decisiva con los agentes de Botnia, de la que había participado el mismísimo presidente Batlle, alias “El Llorón”.


El informe de los hermanos de la Logia Artigas, vertido de madrugada en el templo secreto de Pobladora, fue revelador. Allí comenzamos a entender.


Los principios de mi Oriente masón y de la Gran Logia del Plata me impiden contar más detalles. Sólo sepan que es información valiosa y que será utilizada por el CIRPR en los meses que vienen, para asestar un duro golpe a los mercenarios y alcahuetes del Imperio, a esa manga de castrados que dicen que nos gobiernan y no son capaces de erigir ni siquiera el pequeño mástil que tienen entre sus piernas, para mantener en alto los sagrados principios.


Gualeguaychú vencerá. El CIRPR vencerá. La RPR vencerá.


Desde Villa Pobladora,

O.


lunes, noviembre 27, 2006

ESPERANDO A MEFISTO

Gracias, Lupus, por llevarnos a pasear por el río cuántico en su nave. Sentí en los huesos el implacable frío del invierno del ’42 en la heroica Leningrado. Me refugié junto a un grupo de jóvenes soldados en la Perspectiva Nevsky alrededor de un rescoldo improvisado y escuchamos en religioso silencio los acordes de la orquesta del camarada Shostakovich.

Una vez que los músicos combatientes concluyeran, conmovido por la magnificencia del arte humano, uno de mis jóvenes amigos, sin dejar que el fusil cayera de sus manos, desgranó estos versos:

Para todos vosotros,
los que me gustaban o me gustan,
guardados por las imágenes santas en la cueva,
levanto el cráneo lleno de versos,
como una copa de vino en un brindis de sobremesa.
Pienso más y más a menudo:
sería mejor poner el fin
con la punta de una bala:
Hoy mismo,
por si acaso,
doy un concierto de despedida.
¡Memoria!
Recoge en la sala del cerebro
las filas inagotables de los amados.
Vierte la risa de los ojos en los ojos.
Adorna la noche de las bodas pasadas.
Verted la alegría de la carne en la carne.
Que la noche no se olvide de nadie.
Hoy tocaré la flauta
En mi propia espina dorsal.

La poesía brillaba como un Santo Grial entre la nieve. Algo que no podría lograr, coincido con usted, querido Lupus, el tal Neftalí Reyes, cuya obra es una catedral de la impostura. Jamás comprendí que en la tierra de vates inmortales como Vicente Huidobro, Pablo de Rokha, Nicanor Parra o Gonzalo Rojas, reverenciaran a semejante chitrulo.

Llegué esta mañana a Ankara para hacer un reconocimiento de campo sobre la próxima visita de Mefisto Ratzinger. El alemán, después del papelón de Ratisbona, está tratando de componer el desaguisado. Ahora dice que Turkía debe ser admitida en la Unión Europea. Pura demagogia: el pope romano quiere seducir a su par de la Iglesia Ortodoxa, Bartolomeu, quien ha dicho que Europa debe dejar de ser un club exclusivo de cristianos.

Bartolomeu, cabeza de 250 millones de ortodoxos, atiende en Estambul, la vieja capital del Imperio Romano de Oriente. Pero el 80 por ciento de los 70 millones de turcos profesan el islamismo sunnita y no tienen la menor simpatía por Ratzinger, que se la puede ver fulera por estos pagos.

Mañana viajo a la histórica Bizancio, donde creo que el caldo se pondrá más espeso con la visita del vicario de Pedro. Me esperan unos amigos del CIRPR que están preparando un espectáculo de fuegos artificiales para la ocasión. Veremos de qué va la cosa.

He tomado debida nota de las instrucciones del perínclito para el 12-12. Recogeré a Caronte y a Nati en el puerto de la Muy Fiel y Reconquistadora, nos uniremos a Lupus Fluminis en Argirópolis y pondremos proa hacia el estuario porteño. Mientras las columnas cirpreanas y los asambleístas de la costa del Uruguay hagan suya la Plaza de Mayo, la boca de nuestros cañones apuntará, sin la menor dubitación, hacia los dockes de Puerto Madero.

Sería de desear que la Flor de Almagro organice para esa jornada una muestra de arte posmoderno en el hotelucho de Alan Faena y que invite a todos los afrancesados de Buenos Aires, en especial al pelado botón del Jefe de Gobierno. Los volaremos con muchísimo gusto.

O Almirante


UN SITIO DE LENINGRADO PERO AL REVÉS

Habiendo estado investigando el funcionamiento de las turbinas Kaplan de la deshonrosa Represa Salto Grande (que da energía eléctrica a Buenos Aires y la República Oriental del Uruguay) con el confeso propósito de aprovechar el efecto cavitación del agua para acelerar la corrosión en sus paletas y así finalmente destruirlas y que Salto Grande vuelva a ser Salto Grande, ese Moconá chiquito que alguna vez supieron disfrutar los orientales y los entrerrianos como antes lo hicieron los charrúas y los yaros, decía, me acordé de algo relacionado con el sitio de Gualeguaychú a las papeleras: el sitio de Leningrado y la música de Shostakovich.

Así que dejé en paz las turbinitas (por el momento) y liberé el chinchorro cuántico de la torpedera para retraerme antes de mi aparición en la historia, o después, qué importa. Y me juí en un viaje a los 900 días para traer al presente tres historias breves que no son las pelotudeces que leímos en el Neruda aquél del “Canto de amor a Stalingrado”. Tres grandes historias pequeñas de amor y coraje que bien pueden hacer suyas los compañeros cirprianos que van a combatir el 12 del 12 contra las pasteras de mierda.

Contaré la primera de ellas y que se refiere a la 7ª Sinfonía “Leningrado” de Dmitri Shostakovich. Dice la leyenda que el soviet le encomienda al músico componer una obra, en pleno 1942, que recuerde el sufrimiento y la heroica lucha del pueblo “sanpeterburgués”. Lo convocan después de haberlo silenciado por escribir piezas no fieles al realismo socialista, eso ya lo sabemos.

Shosta se traslada pues a la Venecia del Báltico, a orillas del Neva, y se dedica a escribir la 7ª mientras siguen cayendo los obuses. Compone toda la música y recién después se le ocurre salir a buscar a los músicos que la habrían de interpretar. Héte aquí que a medida que pasan los días se va enterando que el primer violín murió en una trinchera, la primera viola quedó sin manos, de los tres oboes sólo uno está con vida pero está más o menos... y más o menos la historia siguió así. Tuvo que reescribirla varias veces acorde a los instrumentistas que encontraba o que perdía, víctimas de las balas nazis o/y el hambre, y que aún podían tocar.

Prepara la obra y viene la noche de su estreno, en el corazón de Leningrado y en una iglesia que ya no tenía techo. La noche más fría de ese invierno (sabemos que durante el sitio llegaron a hacer menos de -30°C, algunos dicen que -42°, temperatura de la Antártida). En el aire congelado la Osa Mayor iluminaba las columnatas del templo. Para los germanos, era la apoteosis de la Operación Barbarroja en obuses contra la ciudad del Neva y los bombardeos no descansan un minuto.

Hasta que empieza suavemente la ejecución dirigida por el propio Dmitri. El volumen sube y poco a poco va ocultando la furia de las bombas, las sirenas, los derrumbes hasta que finalmente sólo quedan las notas girando en el cielo de Leningrado, en la noche blanca de Leningrado: las tropas alemanas, los sitiadores, dejan callar los morteros y los cañones para escuchar la música que viene del corazón de ese infierno congelado.

Y la música detuvo por una noche el horror. La noche más fría de ese invierno fue la más cálida y fue la primera en todo el sitio en la que no sonaron bombas sino acordes heroicos.

Algún día, compañeros, contaré la historia de Perelman o la historia de Matsutov, que también son hermosas, y que acá estoy viendo mientras empieza a nevar nuevamente a orillas del Neva y la mañana falta mucho en llegar.

Lupus Fluminis
en el río cuántico


domingo, noviembre 26, 2006

RESOLUCIONES "NO SECRETAS" DEL CIRPR

Camaradas: vivimos inmersos en una vorágine revolucionaria casi mundial. Innumerables son los planos sobre los que desarrollamos nuestra actividad: Cachemira, Pakistán-India, Norcorea, Irak, Irán, Oaxaca, primeros saqueos en Santa Fe, Kurdistán, Nigeria, Neuquén, Salta, Triple Frontera, etcétera.

El gobierno del Pingüinito bifásico ha pegado un nuevo (otro y van...) viraje a la derecha: la condena a Irán por el atentado a la AMIA, redactada en los escritorios de la CIA por el lobby israelí, y la solapada “expulsión” del embajador de Caracas por haber ofrecido ayuda médica y social para nuestros pobres nac&pop, que son millones. En este desplante a Chávez sigue respondiendo al mismo lobby responsable de nuestra condena a Irán.

Habiendo desplegado todas nuestras cartas mundiales de navegación revolucionaria, optamos por hacer eje en un conficto que consideramos esencial: unirnos en un solo haz, en un fascio rojo, con los piqueteros de Gualeguaychú contra la pastera finesa.

Hemos invertido todo el sábado 25 de noviembre en analizar y discutir, a puertas cerradas, con la Asamblea de Gualeguaychú, todas las líneas de acción directa que llevaremos irremisiblemente a cabo. (Recomendamos al Arcabucero, a su prole y a sus centenares de contactos y seguidores, especialmente a la dulce Nati –conocida por aquí como "la Monita"– que tomen buena nota, ya que afectará su vida cotidiana.)

En primer lugar resolvimos hacer del CIRPR, hacerla propia, nuestra, la convocatoria del 12 de diciembre a marchar sobre Plaza de Mayo y cercarla. Pero esta acción viene acompañada de una batería de atentados previos: cortaremos el paso de gas al Uruguay y, lo que es casi peor, anularemos todas las conexiones a Internet. Para rematarla, enviaremos en balsas de álamos cientos de yararás en celo, que encontrarán en los bosques y riachos un hábitat apto para envenenar a quienes se le acerquen a sus crías. Cambiando de geografía, tenemos reservada para Punta del Este, donde van a pelotudear nuestros ricachitos argentinos, un batallón de las más viejas, miserables y acabadas putas de nuestro mecenas Rufino Lafinur con la consigna de pasearse noche y día a lo largo y a lo ancho, revoleando la carterita para volver a Punta más grasa que un cabarute de camioneros.

(El valiente a más no poder, Lupus Fluminis –quien recibirá ayuda del acorazado de O Almirante, si es necesario, para salir del atolladero en que se encuentra–, se encargará del traslado de las balsas con las yararás, luego de lo cual enfilará proa hacia Puerto Madero para, el 12 del 12, someterla a un implacable bombardeo con los morteros que le acabamos de enviar por FedEx, morteros sustraidos a Al Qaeda cuando los talibanes dejaron de ser los boy scouts de USA para pasar a ser el "enemigo número uno de la Humanidad Civilizada".)

Luego, por supuesto, y quizá, si llegamos a tiempo, haciéndola coincidir con la marcha sobre la Rosada, un Piper biplaza, a control remoto y cargado de trotyl, hará mierda la chimenea de Botnia, en un remedo liliputiense del célebre ataque exitoso contra las Twins. (Allí, miles de muertos; aquí esperamos que ningún boludo se interponga en el recorrido fatal de la torre hueca. Ni soñamos con hacerle daño a ningún hermano o hermana uruguayo.)

De esta ofensiva deben sacar conclusiones nuestros comandos transitoriamente destacados en la hermana República Oriental del Uruguay: provéanse de yerba porque no les van a llegar ni los palitos a las góndolas; comiencen acopio de leña para calentar el agua en la pava; busquen un modo alternativo de comunicación porque el http://www se lo van a meter en el culo, o trasládense a San Pablo, Brasil, donde podrán utilizar los teléfonos satelitales encriptados del poderoso narcomagnate Marcola (amigo personal y comercial de Rufino).

A El Iluminado, que debe estar viajando de Londres a París, le sugerimos que se haga una escapadita a Munich para entregarle en mano a Mijail (Gorbachov) el mensaje póstumo del Topo Litvi. Los pingüinos quieren utilizarlo para negociar con Finlandia el tema Botnia. Explíquele que sería totalmente al pedo porque jamás habrá una papelera en Fray Bentos.

Si Yuri, nuestro observador galáctico, se encuentra con el Capitán Ben, que le pregunte cómo mierda resolvieron en su planeta el tema de la producción de papel.

La Camarada Bea, El Pollo y el Chugu, deberán desacreditar al papanatas del Rey fantoche Juan Carlos para que se vaya a mediar entre chiítas y sunnitas a ver si lo cuelgan entre ambas facciones en pugna.

Al Selenita, pronto a recibir su alijo colombiano, le daremos unas vacaciones para que pueda retornar a la realidad.

A la Pitonisa, a punto de viajar hacia el sudeste asiático, que traiga semillitas de la buena, y que se ilumine con la serpiente encantada de algún gurú bien dotado.

Y al resto de los comandos, mantener bien alimentados a los alazanes para la patriada del 12 de diciembre, cuando la Plaza de Mayo será otra vez nuestra, de los piqueteros inmortales del glorioso CIRPR.

Subc. V.
En las fauces de Pussycat


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